
Su hijo Joshua no sirvió en la Enterprise por mucho tiempo, pero en los pocos meses que estuvo aquÁ hizo un impacto en mÁ y mi personal.
Recuerdo entrar en IngenierÁa un dÁa cuando el alférez Madison estaba de servicio. Yo estaba preocupado por las lecturas de energÁa desde del núcleo warp, pero el jefe O'Brien estaba fuera de la nave. Su hijo se acercó, encontró el problema y...
El Capitán Va'Kel Shon bajo su PADD en la que estaba escribiendo. ¿Cuántas de estas cartas habÁa ya escrito? ¿Cuántas más escribiria?
Cinco de la escaramuza en el sistema Proxima; dos la semana pasada en Jouret. El Teniente Carr todavÁa estaba en estado crÁtico, y el doctor Savel dijo que el panorama no era bueno. Ellos estaban sobreviviendo, e incluso habÁan sacado una victoria o dos desde que comenzó la guerra, pero... cada victoria llega con un costo demasiado alto.
Shon no podÁa recordar la última vez que habÁa conseguido más de tres horas de sueño. Sam seguÁa dando a entender que tenÁa que tomarse un tiempo para descanar, y Philipa hizo más que advertirlo. Ella y Savel conspirarÁan contra el pronto – empezando a citando regulaciones de la Flota Estelar y obligarlo a tomar un poco de tiempo de descanso.
Ellos no entendÁan. Ninguno de ellos podÁa. Ellos no entienden que cada vida -en la nave, en un planeta, en un sector - era su responsabilidad y que cada muerte estaba en su conciencia.
Como todos los cadetes de la Flota Estelar, Shon habÁa tenido su turno en la sala de hologramas para la prueba de Kobayashi Maru. HabÁa sacrificado su nave holográfica para salvaguardar el carguero. HabÁa hecho lo mismo con el Belfast el año pasado, cuando el destino de la Federación habÁa estado en juego. Era la carga del comando. Algunos viven, algunos podrÁan morir, y le tocaba a el tomar esa decisión.
Pero nunca era fácil.
Apartó una taza de raktajino frio que habÁan pedido horas antes y tomo el PADD nuevo. TenÁa un trabajo que hacer, y lo mejor era hacerlo ahora, mientras que él tenÁa el tiempo.
No pasarÁa mucho tiempo hasta la próxima batalla.